miércoles, 1 de mayo de 2013

MUJER
 VAMPIRESA

MARÍA JOSE CRISTERNA 

Tiene tatuajes en casi el 100% de su cuerpo, múltiples perforaciones en el rostro y luce varios implantes de titanio en la frente para simular unos cuernos. A sus 36 años, María José Cristerna es una de las personas más tatuadas del mundo y su historia real conmueve. Con apenas 17 años se casó con un hombre abusivo y se refugió en el arte de pintar los cuerpos para escapar de la violencia de su hogar. Tras dejar atrás el infierno, comenzó una radical transformación de su cuerpo para demostrar que la libertad puede expresarse de muchas formas. A pesar de su aspecto y de la huella que dejaron los maltratos de su ex marido, intenta llevar una vida normal y ser una mujer de familia como las demás. El contraste del antes y el después es impresionante. 


A la izquierda, María José Cristerna en 1999; a la derecha, la misma mujer, 13 años después, ya como es reconocida mundialmente Mujer vampiro. 




La revolución física es más que notable, como se puede ver aquí, cuando solo tenía 22 años. Sin embargo, desde entonces ya dejaba ver su gusto por los piercing y los tatuajes. }



Maria José se hizo su primer tatuaje a los 14 años. Desde entonces, la progresión ha ido en aumento, como se ve en laimagen. No solo tatuajes y piercings, sino también insertos óseos y extensiones en las orejas completan su aspecto. 

Guillermo, uno de los hijos de María José Cristerna (D), sostiene algunas fotografías de su madre cuando no era quien es hoy, en Guadalajara. 


María José Cristerna (C), 36 años y madre de cuatro hijos, ahora es una artista de tatuajes, pero antes se desempeñaba como abogada. Ella, sin embargo, se considera una mujer normal, y lo demuestra comprando frutas en el mercado. 

María José Cristerna ayuda a su hija Samantha con sus tareas escolares, en su hogar de Guadalajara. 


Cada vez que lleva a su hijo Guillermo a la escuela, es rodeada por los otros alumnos que la observan curiosos. 


También tiene tiempo para acompañar a sus hijos Silvana y David en un parque de la ciudad. 


Cristerna con tres de sus hijos y su compañero, David Peña, en un local de pizza en Guadalajara. 

La vampiresa pinta y decora calaveras para venderlas como piezas de arte, en su hogar en Guadalajara.



En la cocina de su casa, haciendo pasta para su familia. 


En su almacén de tatuajes María José Cristerna recibe un inserto para crear un tatuaje en 3D, en Guadalajara. 

María José le sirve el almuerzo a sus hijos y a su compañero David Peña, en su hogar de Guadalajara. 




Tras una tortuosa relación con su ex marido, María José parece que consiguió un buen trato y el cariño que carecía en los brazos de su compañero David Peña. 




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